La Mentira

La mentira es la manifestación contraria a la verdad. Dios es Dios de verdad (Dt. 32.4, Sal. 31.5), pero Satanás es el padre de mentira (Jn. 8.44). Cuando mentimos estamos apoyando al enemigo. Cuando decimos y pensamos la verdad estamos actuando del lado de Dios.
Dios prohíbe explícitamente la mentira (Éx. 20.16). Un efecto evidente de que hemos conocido a Cristo es que dejamos de mentir (Ef. 4.25).


Pero ¿qué entendemos por mentira?

(1) Está la mentira directa como fue el caso de Ananías y Safira (Hch. 5.4)
(2) Está la media verdad que encontramos en la triste experiencia de Abraham, Sara y Abimelec (Gn. 20.2, 12)
(3) Está la respuesta evasiva que dio Caín (Gn. 4.9) y que no es más que otra forma de mentir
(4) Está el silencio culpable de Judas Iscariote (Jn. 13.21-30) que significa mentir
(5) Está la vida doble. Cuando decimos algo y hacemos exactamente lo contrario (1 Jn. 1.6, Jer. 9.5)

 
(Santiago 5:13-18) 3:13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. 
3:14 Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 
3:15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. 
3:16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. 
3:17 Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. 3:18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz

 
Lc 8:17 8:17 Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz
 
Lc 12:2 Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.
12:3
Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas.

 

La mentira siempre tiene consecuencias horribles. Los mentirosos no tienen parte en el reino de Dios y su fin, dice la Biblia, es el lago de fuego eterno (Ap. 21.8). “El labio veraz permanecerá para siempre; mas la lengua mentirosa sólo por un momento” (Pr. 12:19). “Si van a hacer algo digan que sí, y si no lo van a hacer digan que no. Todo lo que digan de más viene del diablo” (Dios les bendiga grandemente su vida)